La esclavitud no fue abolida, sino que se transformó en nómina

30-03-2010 00:40

Acabo de llegar a casa hace unos diez minutos. A las 18:30h termina mi jornada en el trabajo nuevo, oficialmente media hora antes que en mi curro anterior. Extraoficialmente, unas dos horas y media antes.

En este tiempo he podido hacer compra, colocarla, revisar mi correo y las noticias del día (cosa que también he hecho en el trabajo anteriormente). Buscar información sobre un parque de mi pueblo. Transportarme hasta la esquina de eusebio, reencontrarme allí con dos amigos que están fuera, hacer un borrador de semana santa con otros dos entre cañas y pinchos. Volverme dando un paseo con mi novio y engancharme nuevamente a internet.

Conecto a facebook y veo el comentario de una amiga y excompañera de trabajo. Ella también acaba de llegar a casa, pero su única actividad de hoy ha sido trabajar. Trabajar, y trabajar. Me dice que se queda sin días compensados de momento, esos por los que ha estado trabajando (en teoría) una hora más cada día. Todo gratis, claro.

Su empresa, mi ex-empresa, vende humo a sus empleados. Cierra un precio y un tiempo para un proyecto enorme que ni siquiera está analizado en condiciones. El error lo pagan las personas asignadas al mismo, por supuesto. Jornadas entre doce y catorce horas cada día, a veces incluidos fines de semana, cuya única compensación es escuchar un “gracias” de vez en cuando, un “estáis haciendo un gran trabajo” y un “esto se tendrá en cuenta en el proceso de subidas”. Y una mierda. En el proceso de subidas la empresa se escudará en la difícil situación económica y esa subida maravillosa se quedará en 30 euros más al mes.

En otros países hay gente que va a la cárcel por provocar situaciones como ésta.

Qué puto asco
top