24-04-2012 23:53
Dentro de las “ventajas” de ser heterosexual es que no
tienes ningún problema con ello vayas a la parte del mundo a la que vayas. Tu
sexualidad es algo que no tienes en cuenta a la hora de cambiar tu lugar de
residencia porque te da lo mismo si es un pueblo o si es una ciudad, si es en
un país o en otro (dentro de países civilizados, claro está), ya que en todo
momento y a cualquier edad tendrás un amplio número de personas entre las que
elegir compañer@, ya sea sólo a nivel sexual o como pareja estable… pero siendo
homosexual la cosa se complica.
No me gustaría volver al armario. Cierto es que para mi
familia todavía no he salido de él, y que me estoy exponiendo bastante escribiendo
esto en un blog en el que tarde o temprano se me verá la cara, pero en Madrid
llevo una vida abiertamente gay, desde el principio a nivel personal y desde
hace unos cuatro años también a nivel laboral y me encanta vivir así, me
costaría mucho cambiar esto. Es una parte importante de mí y a estas alturas
soy muy reticente a ocultarlo (repito, salvo para mi familia) y hasta casi casi
he aprendido a no agachar la cabeza cuando alguna vez todavía alguien me
insulta por la calle simplemente por estar besando a un tío que me gusta.
No os engañéis: en nuestro país donde, al menos de momento,
matrimonios heteros y homos tienen los mismos derechos, donde lesbis y gays
campan a sus anchas por la tele y donde parece que ya está todo normalizado…
realmente no es tan así. Basta con que me preguntéis a mí o a cualquier otro de
los homos que os rodean (están por todas partes!!) y cualquiera de ellos os
contará alguna historia donde se le haya insultado, discriminado o hasta
pegado. Es así, quizá no tan intenso como antes, pero sigue siendo. Así que lo
que me ronda a mí por la cabeza es: si así están las cosas en España y en
Madrid, cómo será en otros países no tan abiertos, en otras ciudades más
pequeñas? Séra volver a vivir en bé.jar?
No, no me gusta esa idea, dudo que pueda volver a convertir
las oes en aes, o a tener un novio sólo entre cuatro paredes que se convierte
en “un amigo” en cuanto falta una sola de ellas… Pero quizá no me quede más
remedio que torear también ese toro. Tengo claro que allá donde vaya no tendré
otra que tantear el terreno al principio, pero no ocultaré mi sexualidad a mi
entorno cercano como hacía en mi pueblo. No es justo, no es agradable y me
haría infeliz como ya lo fui en su momento, porque hacer eso me convierte en
una persona que no soy.
you used to
hold me ::: calvin harris