Momentos raros

Hoy ha cumplido años una de mis mejores amigas, que también está muy cerca de casarse. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero el pepito grillo maldito que llevo en mi interior me obliga a hacerlas y la verdad es que creo que no salgo bien parado. Ella está pagando su casa, su coche y está a punto de formalizar su relación. Yo no tengo nada de eso. De hecho, si me pongo a pensarlo, la única evolución (material) que he tenido desde los 17 años hasta ahora es que vivo independiente, lejos de mi pueblo, y que ahora trabajo y tengo un sueldo que no está mal del todo.

Cuando voy a mi pueblo veo a la gente de mi edad casada y con hijos. Igual no tienen el trabajo que a mí me gustaría tener, pero por el resto parece que van cumpliendo las fases de la vida a su ritmo normal, y no se han quedado encallados en una post-adolescencia eterna como en la que parece que vivo yo.

Realmente tampoco estoy mal y ni siquiera quería hablar de esto hoy, pero bueno, así ha salido. En general me gusta la vida que llevo, sí, pero eso no quita que en ciertas cosas me sienta como si fuera un poco retrasado con respecto al resto, como si no estuviera haciendo nada con mi vida.

¿A ti también te llama el 662991280?

Desde hace aproximadamente un mes recibo constantemente llamadas del número 662991280, algunos días sólo un par de ellas, otros unas diez, a cualquier hora.

Al principio ignoré las llamadas. No suelo coger números que no tenga guardados en la agenda, a no ser que esté esperando alguna llamada en concreto. Pensaba que quizá me había dejado sin quitar alguno de los anuncios que puse en internet hace unos meses para buscar compañero de piso, así que dada la insistencia un día descolgué y no habló nadie. Volví a descolgar ese mismo día y me respondió una chica con mucho acento, diciéndome que era de Vodafone y que me ofrecían una maravillosa promoción de mensajes por 8 euros al mes, pero me olió a timo y ante la perseverancia de la chica le dije tajantemente que no y colgué. Pero siguen llamando, día tras día, interrumpiéndome en el trabajo, en las conversaciones con mis amigos o en determinados momentos en los que estoy en otra cosa.

Hace dos días llamé a Vodafone, porque mi paciencia tiene un límite, pero después de la conocida larga espera me aseguraron que ese número no les pertenece, no es de sus centralitas, así que mi sospechas de timo regresaron. Ayer rebusqué en google y he encontrado lo que pensaba: no soy la única persona a la que le está pasando esto, si no que somos varias decenas las que estamos sufriendo este acoso constante, tenéis referencias aquí, aquí o aquí, pero hay muchas más. Aunque ya había leído de gente que había recurrido a la Policía para denunciar este tema, me he acercado a la comisaría de al lado de mi curro para ver que me decían, pero tampoco pueden hacer nada ya que no hay delito, no es denunciable.

Así que si Vodafone no se hace responsable de las llamadas y la Policía tampoco me ayuda... ¿qué hago yo para dejar de recibirlas?

Da goes Gaga

Dado que parece que esta chica ha llegado para quedarse, y como es la primera vez que alguien entra tan a saco en mis gustos musicales, o al menos desde que tengo pleno uso de conciencia y no soy simplemente un púber como cuando empecé a escuchar a mis “grandes” Amaral, Fangoria, Madonna y Pastora, me parece curioso escribir cómo he llegado hasta Lady Gaga.

El caso es que a mí Lady Gaga inicialmente no me gustaba nada de nada. Just Dance me parecía una canción sosa y desestructurada, de las que me cortan el rollo cuando me la ponen estando de fiesta. Y desde luego que para nada entendía por qué al otro lado del atlántico se la comparaba con Madonna cuando yo pensaba que Lady Gaga sólo tenía un single coñazo y ni siquiera un disco donde viniera recogido. A la vez que Just Dance, también empezó a sonar Poker Face, que era una canción que me gustaba bastante, pero de las que no me ponía en casa, sólo la escuchaba de fiesta y muy de cuando en cuando, porque una de las ventajas/desventajas de Madrid es que puedes trazar tus noches escuchando sólo música que te gusta, de forma que puedes estar muy a la última en un tipo de música, pero perdiéndote cosas nuevas que suenan de otros estilos y que también pueden gustarte. En fin, sorpresa que me llevé cuando descubrí que Poker Face y Just Dance eran de ambas dos de Lady Gaga, no entendía como podía tener una canción tan buena por una parte y un bodrio por la otra… y más cuando descubrí su nuevo bodrio : Paparazzi. Otra canción coñazo que no quería ni de lejos en mis fiestas. Más o menos por ahí descubrí en Spotify “The Fame” (adoro spotify, por cierto) y salvo Poker Face y Paper Gangsta, que también me gustó desde el principio, el resto del disco me aburrió. Así que ahí ya me formé la idea de “Lady Gaga = caca” y con ella estuve durante varios meses.

Pero llegó Bad Romance. La escuché en la radio como “el nuevo megahit de Lady Gaga”, y claro, como Lady Gaga = caca a mí la canción no me gustó, me parecía de lo más raro que había escuchado en la vida, una canción extraña y, como decía Miguel, desordenada. Pero cierta noche de invierno, estando en el MeDaIgual, que es uno de esos bares que proyectan el videoclip de la canción que suena, pusieron Bad Romance y me quedé totalmente absorto mirando el vídeo, que le daba muchísimo más sentido a la canción. Por aquellas Lady Gaga ya había hecho su boom y estaba en todas partes, así que caer fue de lo más fácil. De un día para otro Bad Romance se convirtió en una de mis canciones preferidas, veía su videoclip varias veces por día y comenzaban mis búsquedas en google para encontrar la cara real de Gaga, que de lo fea que es parecía que siempre intentaban ocultarla. Escuché “The Fame Monster” también en Spotify y me gustó bastante más que “The Fame”, las canciones ya parecían tener otro porte y había al menos dos singles claros. Averigüé cantidad de cosas sobre “Haus of Gaga”, que es la cohorte que hace que esta chica vaya como va, me parecieron increíbles, por ejemplo, las pintas con las que conoció a Isabel II, el vestido rojo que le tapa la cara, el de burbujas o el del accesorio inútil. En moda es difícil innovar, al fin y al cabo las formas, los cortes, los colores y los tejidos son los que son, simplemente se puede hacer combinaciones entre ellos. Pero si bien es difícil innovar, sí es posible refrescar, y es lo que hace esta chica con todo su séquito.

Bien, una vez que asumí que me encantaba el personaje mediático de Lady Gaga y que ya tenía 3 canciones que me molaban mucho llegó el vídeo de Telephone. A mí esta canción ya me olía a single, pero me enteré de que realmente lo era a través de mi facebook: durante 3 días todo el mundo lo estuvo enlazando y comentando, sin parar, porque el vídeo lo vale. Y con esto comprobé que no sólo yo había caído en el juego de ponerme cualquier cosa como gafas, repetir compulsivamente las mismas sílabas o decir aquello de “You’ve been a bad girl, Gaga”. Estaba más extendida de lo que yo había pensado.

Pero lo que más me gusta es que la cosa me revuelve por dentro, para bien, y va a más: ahora mismo tengo entradas para el concierto de Madrid, las más caras que he comprado nunca, y también para el de Barcelona, aunque es probable que éstas las revenda. Las coreografías de Bad Romance y Telephone me han devuelto las ganas de bailar y mis 28 años y yo intentamos aprendérnoslas en mi habitación, que es algo que no había hecho nunca, además de que me ha animado a ir a las clases de body pump y ritmos de mi gimnasio, casi 100% coreográficas. Tampoco nunca se me había ocurrido montar una fiesta cuya temática fuera una persona en concreto, y aunque esta fiesta se suspendiera finalmente, la idea sigue ahí. Y tampoco nunca me había hecho el propósito firme de aprender y comprender las letras de todo un disco en inglés. Lady Gaga se carga mis nuncas, eso está muy bien. Y no soy el único al que le pasa, ya que este fin de semana coincidí con unos góticos que también bailan emocionados Telephone, lo cual me pareció impresionante, aunque supongo que estas fotos tendrán algo que ver, y la propia Alaska se rinde a los pies de Gaga y le dedica este artículo, por el cual me decidí a escribir esta entrada.

En fin, después de esta parrafada ya veis cómo he pasado del Lady Gaga = caca a ser superfan. No tengo muy claro si todo este cambio se debe a que es un toque de color dentro del mundo gris que nos está dejando esta crisis del capitalismo, o si simplemente se trata de una campaña de marketing muy bien llevada al estilo de lo que pasó hace años con las Spice Girls. No lo sé, no lo sé, pero sea lo que sea el resultado me encanta

El Gran Porqué

"El Gran Porqué es ese hecho particular de la vida que te hace ser como eres. Los maltratos infantiles que convirtieron en asesino al Estrangulador de Boston, la carencia de padre que volvió depresivo a Baudelaire, la ausencia de figura paterna que hizo una lesbiana de Jane Bowles. Pero si no crees en el Gran Porqué podrás decir que el Estrangulador de Boston se cargó a diez tías porque era un hijo de puta, sin más; que Baudelaire no era depresivo sino que nació artista y sensible, y que Jane Bowles era lesbiana desde el primer día, y vino al mundo con el amor por las mujeres impreso en su código genético.

De esta manera los psicoanalistas creen que tus problemas pueden arreglarse si logras aislar el Gran Porqué, si logras encontrar el hecho particular que te convirtió en lo que eres; mientras que los psicólogos insisten en modificar la conducta, en tratar de alterar las pautas de comportamiento que, según los psicoanalistas, el Gran Porqué habría creado.

Yo lo he intentado todo y no ha servido de nada. He ido a psicoanalistas que me han hecho hablar de mis primeros recuerdos (algunos me tumbaban en un diván, otros no), y he ido a psicólogos que me han hecho dibujar árboles e interpretar el significado de unas manchas de tinta impresas en un papel. Pero aún no sé por qué pierdo los nervios y me pongo histérica y me ataco a mí misma cuando no viene a cuento."

Lucía Etxebarría - Amor, curiosidad, Prozac y dudas.

Medio madrid

Una de las cosas que más me impresionó cuando vine a vivir a Madrid (y que todavía lo hace, aunque lleve aquí cuatro años y medio) es que hay dos ciudades: la de superficie y la de bajo tierra. Me parecía increíble la actividad en el transbordo de Diego de León a las ocho de la mañana, con toda esa gente activada desde horas antes, andando como una marcha militar, con caras serias y vestimentas serias, yendo hacia su punto de trabajo.

Yo venía de provincias, aunque por aquel entonces ya me había dado una buena vuelta por Europa y otro tanto por España, así que sabía lo que era la actividad en metro a hora punta, pero aún así me parecía estar dentro de 1984, uno más de la manada domesticada, y tan contento. “Por fin”, me decía.

Hoy a Madrid le han quitado la mitad. Han exhumado 2 millones de autómatas y les han dejado correteando por la superficie, alternando caminatas a pie, taxis que nunca llegan y mirando angustiosamente paradas de autobús que jamás habían utilizado. He reconocido más de una vez la mirada de “dios mío! Estoy perdid@! que tenía yo en mi primer día de trabajo, cuando buscaba un bus de mi empresa cuya dirección habían cambiado ese mismo lunes. Y, al igual que hizo conmigo un maravilloso desconocido en aquel momento, he orientado a un par de mujercitas y también he dado un par de planos de autobuses que tenía por casa. La gente tan contenta y yo también.

Por mi parte, he descubierto que tengo dos autobuses casi de puerta a puerta que utilizaré alguna que otra vez simplemente por cambiar de rutina. He conocido Ciudad Universitaria por dentro y también Francos Rodríguez y Antonio Machado, que sólo los conocía por debajo. He leído parte de un libro que no me puede venir mejor en este momento, he escuchado Amaral y he hablado con las dos estudiantes que tenía enfrente. Y he llegado una hora y media tarde a trabajar y me pagarán lo mismo.

A Madrid hoy le han quitado la mitad, pero también le han quitado mis prisas y mis agobios. Luce el Sol, sin tormentas (meteorológicas) a la vista. Una huelga de éstas de vez en cuando no viene del todo mal.

La esclavitud no fue abolida, sino que se transformó en nómina

30-03-2010 00:40

Acabo de llegar a casa hace unos diez minutos. A las 18:30h termina mi jornada en el trabajo nuevo, oficialmente media hora antes que en mi curro anterior. Extraoficialmente, unas dos horas y media antes.

En este tiempo he podido hacer compra, colocarla, revisar mi correo y las noticias del día (cosa que también he hecho en el trabajo anteriormente). Buscar información sobre un parque de mi pueblo. Transportarme hasta la esquina de eusebio, reencontrarme allí con dos amigos que están fuera, hacer un borrador de semana santa con otros dos entre cañas y pinchos. Volverme dando un paseo con mi novio y engancharme nuevamente a internet.

Conecto a facebook y veo el comentario de una amiga y excompañera de trabajo. Ella también acaba de llegar a casa, pero su única actividad de hoy ha sido trabajar. Trabajar, y trabajar. Me dice que se queda sin días compensados de momento, esos por los que ha estado trabajando (en teoría) una hora más cada día. Todo gratis, claro.

Su empresa, mi ex-empresa, vende humo a sus empleados. Cierra un precio y un tiempo para un proyecto enorme que ni siquiera está analizado en condiciones. El error lo pagan las personas asignadas al mismo, por supuesto. Jornadas entre doce y catorce horas cada día, a veces incluidos fines de semana, cuya única compensación es escuchar un “gracias” de vez en cuando, un “estáis haciendo un gran trabajo” y un “esto se tendrá en cuenta en el proceso de subidas”. Y una mierda. En el proceso de subidas la empresa se escudará en la difícil situación económica y esa subida maravillosa se quedará en 30 euros más al mes.

En otros países hay gente que va a la cárcel por provocar situaciones como ésta.

Qué puto asco

utilicemos sus propias armas

Extraído de un valiente


Excma. Sra. Ministra de Cultura y Sres. caudillos de la SGAE (en adelante, “el Enemigo”):

Me pongo en contacto con ustedes al ver que persisten en sus intentos de crear un tribunal administrativo semiprivado, ajeno al sistema de garantías constitucionales. Me refiero, claro está, a lo que ustedes denominan Sección Segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual del Ministerio de Cultura (en adelante, “S.S.”).

La S.S. supone una preocupante deriva totalitaria en la gestión de internet, además de resultar inútil y costosa. Por los siguientes motivos:

- La S.S. es un órgano administrativo sin auténtico control judicial. Adoptará decisiones sin que un juez estudie el fondo del asunto con carácter previo a la censura de las páginas web.

- El sistema existente, civil y penal, ya les permite conseguir los mismos fines cautelares con idéntica rapidez; y lo hace respetando las garantías constitucionales. Por lo tanto, es una reforma innecesaria.

- La S.S. requerirá un gasto en medios técnicos y humanos. Ese gasto lo tendremos que pagar los españoles, a pesar de no ser necesario.

- La S.S. supone un privilegio para unos pocos. Cualquier ciudadano que tenga un problema jurídico debe acudir a los jueces y tribunales ordinarios. Aparentemente, la SGAE está por encima del resto de la ciudadanía, ya que se le crea un tribunal administrativo para su uso privado. Tribunal en el que, además, estará directamente representado el Enemigo (siendo a la vez parte y órgano ejecutor).

- La Excma. Sra. Ministra es también parte interesada en el conflicto, lo que me hace dudar de la imparcialidad de sus decisiones, o de las que adopte su S.S.

- Al Enemigo se le ha dicho reiteradamente en la vía civil y penal que una página de enlaces no vulnera la propiedad intelectual. Sin embargo, la S.S. perseguirá páginas de enlaces.

Todo esto me molesta como internauta, como escritor y como abogado.

Como internauta, considero que la Red es una de las mayores herramientas de crecimiento que tenemos, la cual no debe ser censurada de forma arbitraria. Como escritor, por supuesto deseo que se remunere mi trabajo; pero discrepo seriamente de las políticas coercitivas que lleva a cabo el Enemigo. Y como abogado, me alarma que se pueda prescindir con tanta facilidad de la tutela judicial efectiva.

Visto todo ello y dada su escasa voluntad de diálogo, no tengo más remedio que adoptar una decisión tajante, siguiendo el camino que marcaron otros antes de mí.




Por la presente, les declaro la guerra.

El conflicto, en el que esta parte respetará los Convenios de Ginebra y sus Protocolos Adicionales, durará mientras persista la intención de crear la S.S.

Si en estos momentos una sonrisa aflora a sus labios y creen que mis palabras no merecen su atención, les ruego que reconsideren su postura. Porque es mi intención utilizar su propio sistema en perjuicio de ustedes. De este modo, quedará claro lo absurdo del tribunal administrativo que el Enemigo está ideando.

Si finalmente la S.S. es creada, les adelanto que yo mismo denunciaré a páginas web. Les he referido que soy escritor y, por ende, titular de derechos de propiedad intelectual. Pues bien, resulta que hay varias páginas que en estos momentos están enlazando sin mi consentimiento a mi creación literaria, y que además obtienen “lucro indirecto” por ello. Les estoy hablando de buscadores como Google, Yahoo y similares.

Si la S.S. ve la luz, interpondré una denuncia solicitando el cierre cautelar de todos los buscadores en España.

Es decir, uno de los primeros cometidos de la S.S. será determinar si se cierra o no dichas páginas. Ante esto, ustedes podrán tomar varias posturas. Todas ellas me favorecen.

- El Enemigo podría, cosa harto improbable, darme la razón y ordenar el cierre cautelar de los buscadores de internet. El sinsentido de su política sería entonces evidente.

- El Enemigo podría modificar ahora la Ley de Economía Sostenible para hacer que los particulares no podamos presentar denuncias a la S.S., aceptando únicamente las de entidades de gestión como la SGAE. Entonces estaría claro que el Enemigo no legisla por el bien común, sino por el bien de unos pocos.

- El Enemigo podría llegar a acuerdos con los buscadores para que dejaran de enlazar a mi contenido protegido. Entonces yo crearía un nuevo contenido protegido e interpondría una nueva denuncia, y así una y otra vez. Dudo que su previsión de medios humanos y técnicos tenga en cuenta tal sobrecarga de trabajo, con lo que el sistema se colapsaría. Además, estoy hablando como si yo fuera el único en acudir a ustedes. Pero algo me dice que otros internautas podrían sumarse a esta iniciativa; entonces, el colapso estaría garantizado.

- El Enemigo podría responderme diciendo que mi pretensión carece de fundamento. Pero entonces estaría admitiendo que las páginas de enlaces no vulneran la propiedad intelectual. Ello sería usado en el futuro por cualquier abogado que deseara pleitear con el Enemigo.

- El Enemigo podría responderme a través del silencio administrativo o con una resolución no motivada. En ese caso, acudiría a la vía contencioso-administrativa para obtener una resolución judicial firme que dijera lo que ya sabemos: Que las páginas de enlaces no vulneran la propiedad intelectual. Lo mismo que le han dicho ya al Enemigo en el orden civil y penal, pero ahora en el orden administrativo. En el futuro, eso también podría ser usado por cualquier abogado que deseara pleitear con el Enemigo. Cosa que les cerraría a ustedes otra vía judicial más (con lo que tal vez quieran pasar a la jurisdicción militar, una de las dos que les quedan por probar).

De modo que les pido humildemente que no sigan adelante con la implantación de la S.S., a menos que quieran verse envueltos en un conflicto que no pueden ganar de ninguna de las maneras.

Soy consciente de que con mi postura me arriesgo a condenas en costas, multas, querellas y demandas. Es un riesgo que asumo plenamente.

Si debo pagar cantidades económicas a cambio de suscitar un debate público y claro sobre lo que el Enemigo está haciendo, lo acepto gustoso.

Es más, si desean interponer demandas o querellas contra mi persona, no duden en contactar conmigo en "elalmirantazgo (arroba) hotmail (punto) com" . Tendré el gusto de comunicarles todos los datos personales que necesiten para la correcta interposición de dichos escritos: Dirección, D.N.I., estado civil,...

En realidad, creo que semejante actitud les perjudicaría, porque daría visibilidad pública a este problema. Y eso es lo que pretendo lograr precisamente. Pero conozco la manera de actuar que tiene el Enemigo contra quien opina de forma diferente, así que les doy mis datos anticipándome a sus movimientos.

Sin otro particular que referirles, me despido de ustedes y les deseo que disfruten del Buen Combate.

Atentamente,
Fabián Plaza Miranda.
Imágenes usadas bajo licencia de Creative Commons. El Almirantazgo sabe que el Enemigo no tiene ni idea de lo que es eso, pero da igual.
“Excomunion” (http://www.flickr.com/photos/66571694@N00/6472849)
“The fly and the spider” (http://www.flickr.com/photos/66015219@N00/2986476611)
“U.S. Army Fire Team” (http://www.flickr.com/photos/12426416@N00/518821732)
“Gavel” (http://www.flickr.com/photos/46888953@N00/2332987961)
“robocop” (http://www.flickr.com/photos/13204988@N00/3729914738).
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