El concierto de Madonna


22:54 29-07-2012



Llevo queriendo ir a ver a Madonna desde la gira del Confessions, pero entre unas cosas y otras (falta de dinero, de tiempo, novios que te quitan la ilusión...) nunca había sido posible.

Desde el momento en que llegué a Dublín, llevando la maleta al hostel, vi que el concierto estaba anunciado por toda la ciudad. Sólo ponía “Aviva stadium”, así que pensé que no sería aquí, y que en el caso de que fuera, ya no quedarían entradas, así que casi me olvidé. Pero a los dos días me dio por mirar y vi que quedaban entradas, así que me puse a rebuscar en couchsurfing, meetup y todos los demás sitios de quedadas para ver si había alguien con quién ir. No tengo problemas en pillarme la mochila e irme a conocer países enteros yo solo, pero lo de ir de autista a los conciertos no me gusta nada. Al final contacté a una chica que me respondió que podía ir con ella y con sus compis de trabajo, así que pillé entradas. Pero según iban pasando los días todo eran problemas: la chica iba a ir mucho antes al concierto, así que sería casi imposible encontrarnos en la pista sin habernos visto antes. Propuse vernos el finde anterior, pero la chica dejó de contestar y ya casi lo di por perdido. Me apunté a la quedada de meetup, pero en ella todo el mundo tenía entrada de grada. Y, lo peor de todo, mi entrada no acababa de llegar. Tuve que poner la dirección del hostel porque cuando la pillé todavía no tenía casa, y claro, yo tenía miedo de que alguien la interceptara y perdiera los casi 100 eurazos y, por supuesto, la oportunidad de ir al concierto.

El caso es que me empecé a estresar cada vez más: la entrada acabó llegando, pero no tenía con quién ir y tampoco tenía nada claro cómo llegar hasta el estadio, la gente hablaba de que la línea de tren ese día no funcionaba y que también cortaban el tráfico alrededor del estadio cuando había eventos grandes. Y, lo peor de todo, la noche anterior empezó a llover y apenas paró en todo el día del concierto, así que con el cúmulo de cosas uno de los conciertos que más he esperado se me convirtió en un auténtico problema.

Peeero al final todo se solucionó: pude comprarme un plásticoponcho en lo que cambiaba del tranvía al tren, que evidentemente funcionaba, y encontrar a mi compi fue muy sencillo porque al final casi llegamos a la vez al estadio. Así que todo el agobio de días anteriores se fue y, joder! Estaba esperando a que empezara un concierto de Madonna!!!!!!!

La verdad es que el concierto me encantó aunque durante todo el rato la sensación fue agridulce. Por una parte increíble el concierto en sí. Es una pasada cómo la tipa ésta se mueve para la edad que tiene y cómo logra rodearse siempre de lo mejor no para estar a la última... y todo con esa mierda de voz! Hubo momentos del concierto que me dejaron literalmente con la boca abierta, porque el escenario parecía sencillito: tres pantallas gigantes, pero la central se abría y no paraban de salir cosas de ahí, con cantidad de plataformas móviles y el sonido perfecto, sin más. Un diez rotundo para el espectáculo y para Madonna, me quedé impresionadísimo. Pero la verdad es que la lluvia estropeaba el conjunto, porque a ratos era muy intensa y claro, después de varias horas el ambiente estaba a medio gas. Y bueno, lo otro malo fue la morriña. La chica con la que fui y sus amigas me trataron genial y he de decir que encajé muy bien dentro del grupo (de hecho cenaré con ella este martes), pero no eran mis amigos. Me habría encantado estar sobre todo con Toni saltando sin parar, y con morr secándome las lágrimas, y con la rubia y terusqui repitiendo coreografías, y con carlitos, lupi y fran haciendo que ven, o con jaime gritando al oído de los que se ponen delante. Con mis amigos, vamos. Pero bueno, si algo tengo claro es que no me puedo quejar de cómo me están yendo las cosas aquí, así que lo dejo en que fue morriña pero muy comedida.

Como momentazos:

Ale, pues otra cosa hecha!

El día de ayer


11:05 22-07-2012

Creo que esta entrada me quedará un poco larga, pero el día de ayer fue bastante completito y me apetece contarlo.

El jueves por la tarde me metí en el foro de Dublín de Couchsurfing me encontré con que había un festival de performances durante todo el finde. El en post como tal no había respondido demasiada gente, pero en la actividad estaban apuntadas unas cuarenta personas. La verdad es que soy un poco reticente a tirar de Couchsurfing para empezar a conocer gente aquí, ya que en Madrid no me ha dado el resultado que me gustaría, porque aunque me haya servido para conocer gente muy interesante de todas las partes del mundo y para mejorar increíblemente mi inglés, siendo objetivos no he conseguido sacar de esa web ninguna amistad fuerte. También es verdad que en los dos últimos años en Madrid mis necesidades de amistad han estado más que cubiertas y por eso no quedaba demasiado hueco como para dejar que desconocidos del couch entraran así como así en mi vida, así que tampoco es todo culpa de las relaciones etéreas que se crean en esa web, sino de mi falta de tiempo y, por qué no decirlo, interés en hacer amigos ahí.


Centrando el tema de nuevo... Al final me animé y me apunté a la quedada de Couchsurfing. Establecimos un punto base y a partir de ahí nos íbamos moviendo por todo el parque en grupos, en plan putivueltas pero a lo sano. El festival estaba muy bien motando, centrado sobre todo en familias y niños, pero válido también para la gente normal. El concepto de performances se tradujo en mogollón de actividades tipo circo, como las que se pueden ver cualquier domingo en El Retiro o en la plaza mayor en Madrid. Todo muy variado y entretenido, ya que era competición internacional y había gente muy buena, así que el día se pasó rápido. Estuve casi todo el tiempo con una chica de francesca, otras dos brasileñas y un chico de Cork. A mitad de la tarde empecé a hablar también con un brasileño muy mono y con otro chico irish que al final fue el que nos terminó liando. Él nos dijo que después de festival había otra quedada de couchsurfing para un pub quiz, así que fuimos para allá.

El bar del pub quiz era el más auténtico en el que he entrado desde que estoy aquí (el temple bar me pareció un sitio de lo más normal donde te roban 7€ con cada pinta), muy de madera y con auténticos señores irish borrachos viendo el fútbol. El pub quiz también estaba muy bien montado (aquí la gente organiza las cosas muy bien, lo voy a tener duro!) y en él conocí a Ida, una chica finlandesa que está por aquí de vacaciones y que es muy mona, muy cercana y muy fría a la vez. Sí, es posible. Acabado el pub quiz, ella fue la que nos dijo que no muy lejos del bar había una fiesta en una casa que de alguna forma también estaba relacionada couchsurfing, así que claro, no iba a dejar escapar la oportunidad :) :)


La entrada a la casa me recordó bastante a la famosa entrada en la casa de Bristol, no tanto porque la gente fuera puesta hasta las cejas (sólo estaban borrachos, no puestos), sino porque era bastante tipo Callejeros en plan de “estáis aquí con vuestro rollito y llegamos nosotros a cambiarlo por completo”. Esta vez, a diferencia de Bristol, nos integramos muy rápidamente y aquello resultó ser una fiesta muy decente que habían organizado dos chicas brasileñas (alguien más ha leído ingles brasileñas? A mí me acaba de pasar!). Dos de los chicos que habían organizado el pub quiz también se habían llevado las guitarras y estuvieron tocando un buen rato mientras la anfitriona principal no paraba de sacar cosas para picar, hablaba con todo y trataba de quitarse de encima a un irish borracho. Vamos, que siguiendo la tónica del día la fiesta estaba muy bien montada, aunque yo le habría puesto unas luces :D :D.

Evidentemente, dentro de la fiesta había un brasileño tremendo que me molaba, muy mono él y muy bien vestido, pero fui incapaz de adivinar si entendía o no. Tuvimos una conversación larga e interesante sobre sus tatuajes durante la que yo me imaginaba a mí mismo chupándolos, pero eso no llegó a ocurrir, aunque sí es verdad que el chaval tenía una mirada preciosa que me mantenía sin parar y alguna que otra señal más que me tenía de lo más confundido, pero como pasé de que me hicieran cobras y me quedé en el típico “oye, te voy a agregar a facebook”, a lo que él me dijo que no tenía y que me daba su teléfono, así que ya veremos si lo utilizo o qué.

Llegada una hora decente como son las tres y media de la mañana (decente para Dublín, claro) y teniendo en cuenta que había salido de mi casa a las once y media de la mañana, me despedí muy amablemente de todo el mundo y me marché para casa. La verdad es que todavía no tengo muy claro si mi casa está en una zona chunga o no, así que hacer la prueba a altas horas no me venía nada mal... Y el resultado es que Dublín es chunguísimo por la noche: vi tres peleas, una de ellas debajo mismo de mi ventana, mogollón de gente metiéndose gratuitamente con otra gente y borrachos nivel san fermín tirados en medio de la carretera. También es verdad que yo iba bastante sobrio, pero un dato objetivo para comparar es que en Madrid tardé cuatro años en ver la primera pelea... así que no me gustó nada de nada esta vuelta a casa, me sentí totalmente inseguro hasta el punto de pensar en pillarme un taxi para volver y eso que vivo en el centro.

Y bueno, gracias por leer hasta aquí a los que hayáis llegado. Como conclusiones del día diré que el final me dejó con muy mal sabor de boca, pero el resto me moló muchísimo y me sentí de lo más a gusto aquí, sobre todo por haber estado hablando inglés sin parar durante quince horas.




New life




23:46 17-07-2012

Una cama que vomita las lamas (como aquella de Bristol), un puff tamaño estadio, un armario enorme, una moqueta desgastada y una persiana veneciana que no consigo dominar. Un colchón nuevo por primera vez en años, una funda nórdica que sustituye, todavía sin saber muy bien cómo, a la que ya se parecía al payaso descolorido de micolor, en parte por los lavados, en parte porque el frotar no se acabó (ahora creo que sí). Una ventana enorme como la de palominos que da a una calle ruidosa como la de Nueva York pero sin llegar a extremos. Una cama con mesillas a los dos lados por primera vez en mi vida (otra primera vez!), un techo que supera los cuatro metros. Una cornisa como las de Mortadelo y Filemón donde no puedo hacer cenas, pero que igualmente llamaré balcón. Vivo con una pareja a la que saco cuatro años, que me prepara la cena y que ha visto más películas de Almodóvar que yo.

Y así, poco a poco pero con ritmo, voy descubriendo lo que me esperaba en Dublín.

5 días en Dublín


20:19 15-07-2012

Bueno, pues sigo sin creérmelo, pero ya estoy viviendo en Dublín, desde hace 5 días nada menos. Intentaré resumir un poquillo cómo están siendo las primeras experiencias por aquí, aunque me temo que por vaguete ya he perdido parte de los pensamientos del primer día, que la verdad es que se dio bastante bien.

Lo primero que pensé cuando el avión estaba haciendo la aproximación a la isla fue: “Joder, si ahora voy a vivir en una ciudad con mar!” y lo segundo “Anda, hay coches!”. Creo que esto ya puede dar una idea de lo concienciado que estaba yo de mi nueva vida cuando ya estaba dentro de ella... El caso es que la despedida de Madrid me gustó muchísimo, porque todo el mundo se dedicó a decirme y a demostrarme cosas bonitas de forma muy diferente, a la vez que me daban ánimos para esta aventura que ahora comienzo... hasta hubo gente que se incendió para hacerme sentir mejor! Por otra parte, que la premudanza coincidiera con el Orgullo también me gustó, por una parte porque me recordó a mi despedida de bé.jar, ya que aquella coincidió con fiesta de novatos, y por otra porque Madrid se pone muy bonito con todos esos mariquitas por la calle y me hubiera dado una rabia enorme perdérmelo. Y bueno, no hablemos del eclipse general que ha habido sobre mi 30 cumpleaños, que ha conseguido que el cambio de dígito no fuera para nada traumático... Peeero la verdad es que tanta celebración, tanta cosa junta, al final tampoco me permitió darme cuenta muy bien de dónde me estaba metiendo, o mejor dicho, de dónde me estaba saliendo, y todavía estoy así con esa inercia. Pero bueno, tampoco le voy a dar mucha importancia, supongo que es un sentimiento bastante general cuando “dejas atrás” toda tu vida y comienzas desde cero.

El caso es que Dublín está siendo bastante amable en estos primeros días. El mismo día de mi llegada ya conseguí solicitar el PPS, el número de la seguridad social de aquí, y también tener móvil a pesar del “susto” inicial que me di cuando la primera sim no me funcionaba. Y bueno, lo increíble no es que la carta con el PPS ya me haya llegado, ni tan siquiera que tenga entradas y posible plan para el concierto de Madonna que hay en menos de dos semanas... sino que hasta tengo casa!! Me bastó simplemente con ver una, que además está en la zona que mejor conozco de Dublín, que es la calle donde está el Lidl donde compramos todos los del hostel. Compartiré con una pareja, Barry y Ieva, y ese es, al menos de momento, el único “pero” del piso. Me recuerdo un poco a Dani cuando dijo su “Yo aquí no viviría ni muerto” en uno de los primeros botellones en Palomino, ya que yo también había jurado que nunca viviría con una pareja ya que a priori me parecen todo contras: no puedes discutir sólo con uno de ellos, porque el otro también se te echará encima, no puedes poner verde a uno, porque es la pareja del otro, si discuten yo estaré en medio y si les da por quererse en la cocina, allí también estaré yo. Pero, como decía mi abuela, fruta del tiempo: visto ahora tampoco me parece tan mala opción, en parte porque tampoco he visto otra y en parte porque ellos me cayeron realmente bien. Así que mañana lunes compro la ropa de cama y el martes ya dormiré en mi nueva habitación enmoquetada y sin persiana.

Me parece increíble, si todo va bien después de la primera semana el único trámite que me quedará por completar será abrirme la cuenta del banco, el resto ya estará hecho. Y después de eso, me apuntaré a un curso de inglés, quizá al gym e intentaré empezar a hacer amigos. Va todo tan bien que tengo la impresión de que me estoy olvidando de algo importante, no me entra en la cabeza que esto a lo que siempre he “tenido miedo” finalmente no fuera más difícil que cualquiera de mis viajes de mochila, aunque quizá esos mismos viajes son los que me han dado tablas, no sé. Pero sea como sea me despierto cada mañana y aquí estoy, viviendo en Dublín.
top