Cosas que no quiero que cambien pero que probablemente lo harán (I)


17-04-2012 00:08

Si hay algo que le tengo que agradecer a Madrid es la posibilidad que me ha dado de desarrollarme como persona. Cierto es que ya traía bastantes cosas “de serie” y que no todo es fruto de la vida en la ciudad como algunas veces me han dicho. Yo ya llegué aquí con media Europa conocida aunque nunca había cogido un avión, y también sabía lo que era llorar al final de una relación aunque todavía no me había enamorado, por poner dos ejemplos, pero sí es verdad que las oportunidades que me está dando (ha dado) Madrid han sido grandes tanto en número como en forma.

Vivir en un sitio con 4,5 millones de personas y en un país más o menos desarrollado y plural, viniendo de otro sitio de apenas 16000 es una oportunidad para poder crecer y hacer todo aquello que antes sólo te llegaba a través de la vista, el oído y la intuición. Esa oportunidad, si tienes suerte y la aprovechas, te hace feliz. Mucho. Del todo. Más de lo que nunca hubieras imaginado. Y claro, renunciar a tu fuente de felicidad es duro.

Lo que quiero decir con esto es que estoy dispuesto a abandonar Madrid aunque me duela, pero tampoco me gustaría cambiarlo por cualquier cosa. Sé que no estoy en condiciones de elegir, o al menos no de ponerme exquisito, pero lo que llevo visto hasta ahora son, en su mayor parte, ciudades que no llegan a los 50000 habitantes y eso no me termina de convencer. Dudo, prejuiciosamente, que en esos sitios vaya a haber siempre una obra de teatro que ver o un concierto al que ir. No estoy seguro de que tengan la variedad de gente que yo necesito y a la que estoy acostumbrado (el tema sexual va para el siguiente post, no me refiero a eso aquí) y me da miedo, porque ésa es la sensación exacta, de aburrirme y pensar que me he equivocado cambiando.

Miedo al cambio y a lo desconocido, no es más, creo que es lógico sentirlo. Me hace gracia que sea la primera vez que lo siento porque ante el cambio anterior pueblo-madrid no lo sentí en ningún momento. Supongo que será porque siento que aquí dejo más de lo que dejé allí y eso es bueno, ¿no? Es un objetivo conseguido, un redundante logro logrado. Y aquí, justo en este punto, es donde mi cabecita le da la vuelta a la tortilla y piensa en todas las veces que he llegado totalmente solo a un sitio nuevo y me he abierto camino, tanto en lo personal como en lo laboral, y no sólo he salvado la situación, sino que en muchos casos he sido el ganador e incluso en algunos me he convertido en referencia. Yo, el chico de pueblo, el que llegó sin nada y se lo llevó todo.

En definitiva, y como dice mi querida Lucía Etxebarría, la ciudad va por dentro, así que quizá debería dejarme de estupideces y mostrarme más decidido. Como me dijo Juampa Pita, si me va mal siempre me puedo volver.


Lars and the hands of the light ::: trentemoller remix

2 comentarios:

Anónimo dijo...

miedo al cambio... me siento demasiado identificada con este estado, por desgracia, yo, que siempre me he considerado echada pa´lante. Mi caso es similar al fin y al cabo al tuyo, yo he cambiado de residencia en dos ocasiones a lugares en los que no conocía a nadie, y sin ningun tipo de angustia, ahora el minimo cambio me aterra, hace que pase días sin dormir y que viva con un nudo permanente en el estómago, supongo que forma parte de eso que llaman hacerse mayor, o de algo peor... a veces pienso que todo se debe, en mi caso, a una gran pérdida de seguridad en mi misma (cosa que no creo para nada que te pase a ti)...
De todos modos, y, aunque te vayas de Madrid, toda la gente y todas las experiencias que has acumulado en estos años, siempre se quedarán contigo, y eso es mas de lo que mucha gente puede llegar a tener.
A mi no me perderás, he descubierto en ti a un gran amigo, divertido, creativo, a veces puñetero (incluso esto me gusta), con el que se puede hablar de todo,y con el que se puede contar para todo. Gracias!
Buenos días!

Anónimo dijo...

Como persona que ha cambiado recientemente Madrid por una de tantas ciudades-pueblo de 120.000 habitantes, te dire que para poder disfrutar de lo nuevo que te espere,deberá estar prohibido comparar nada con Madrid, porque nada puede.
Quizás si tenga que ver con hacerse mayor (aunq algunos nos conservemos estupendamente :-P), pero es que la vida son etapas por las que vamos pasando y cada una tiene su lado bueno y todo lo contrario.
Yo me fui de alli y me llevé conmigo todas mis experiencias,un monton de amigos para la fiesta,un puñado mucho más reducido que son de mis importantes y lo mejor, el crecimiento personal.

Es innevitable, es más, no quiero evitar que cada vez que visito mi ciudad adoptiva me invada por momentos la nostalgia, pero es bonito y necesario sentir nostalgia por lo que se aprecia.

Madrid y los que alli dejas de tus "importantes" siempre estarán alli para cuando tu vuelvas, que lo harás.

Mucho ánimo,porque valentía te sobra ;-)!

p.d.- menos mal que Pamplona tiene San Fermines que si no...:-P

Publicar un comentario

top